Esta ves queremos compartir la nota aparecida en periódico El Surco numero 39 titulada "Experimentación en animales no humanos en Chile, apuntes para la dictadura de bata blanca"
(extracto)
En el 2008 salió a la luz pública el famoso caso de los monos capuchinos encerrados por casi 15 años en
el Bioterio de la Universidad Católica, lográndose una pequeña reforma que significó que los animales fueran llevados a un santuario donde continuaron encerrados debido a la supuesta imposibilidad de reintegrarse a su hábitat salvaje. Luego del bullado caso el tema de las cárceles de animales que llaman bioterios fue más bien olvidada, no sólo del discurso oficial, que obviamente intentara silenciarlo, sino que también, y
es lo que resulta negativo, fue olvidado por la mayoría de quienes se plantean una real
posibilidad de transformación radical de la sociedad explotadora en la cual, a pesar nuestro, nos tocó nacer...En lo concreto, en Chile existen actualmente cerca de 17 bioterios o centros de experimentación animales no humanos en los cuales viven encerrados diferentes animales, como perros, peces, gallinas,
gatos, ratones, pollos, patos, entre otrxs. Están principalmente ubicados, aunque no
todos, en las Facultades de Medicina y/o Veterinaria de las universidades tanto públicas como privadas, orientados principalmente a la investigación biomédica. Además se desarrolla investigación para el mercado de animales de producción, es decir, el mercado de la carne y la leche y para la industria de la alimentación de mascotas.Muchos de estos animales son organismos genéticamente modificados, es decir animales transgénicos, líneas (grupos) de animales creados con alguna disfunción genética que permite medir las variantes
estudiadas, por ejemplo, cepas de ratones que desarrollaran algún tipo de cáncer en
el corto plazo. Las graves repercusiones que la manipulación genética conlleva son conocidas por
todxs. El equilibrio orgánico presente en la naturaleza es pasado por alto sin ningún respeto, manipulando ciclos vitales, reproductivos, sensitivos, energéticos y otros, pasando por alto la compleja y caótica
malla de interconexiones entre seres vivos. Imponiendo una forma de saber predadora, destructiva y altamente peligrosa que nos lleva aceleradamente a serios desordenes ecológicos con las implicaciones sociales que estas conllevan...La lucha contra los bioterios no es una lucha específica, no es una cruzada animalista, es parte inseparable de la lucha contra la autoridad, contra la explotación, pues esta es una sola, se manifieste en contra de animales (humanos o no) o en contra de la tierra...
A nuestro entender el primer punto, al intentar generar respuesta a una crítica radical a la dictadura de bata blanca, es replantearse la importancia de la vida humana frente a la vida de otros seres vivos. El ser humano
no es más importante que otros seres, por lo tanto los otros seres vivos no pueden ser valorados en cuanto a la funcionalidad con respecto a los intereses humanos. La salud es un estado de equilibrio, de interconexión
fuerte y sana entre las diferentes partes del cuerpo de un ser vivo y de este con su medio ambiente. Este estado nunca podrá ser encontrado mientras un ser vivo sea explotado en el proceso. El resto es mentira. Como un jugo en polvo que intenta ser zumo de fruta.
Re-significar la salud, plantearse seriamente la recuperación de nuestros cuerpos y sus palpitaciones rebeldes y salvajes arrebatadas en el proceso de domesticación. Entender la enfermedad más allá de la presencia o
ausencia de tal o cual síntoma, sino como posibilidad de búsqueda de un bienestar más complejo y profundo que lleva en sí un hermoso proceso de autoconocimiento. Barajar la posibilidad necesaria de desmedicalizarnos y escuchar lo que nuestro cuerpo nos quiere decir y que cientos de pastillas han acallado.
Romper con la falsa dicotomía creada entre la vida y la muerte. Asumir nuestros dolores con amor, valentía y apoyo mutuo...
Por otro lado, también, surge la necesidad de plantearse estrategias para acabar directamente con la esclavitud animal y lograr la libertad de miles de individuos presxs, entendiendo su condición como expresión clara de la sociedad carcelaria...
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